miércoles, 7 de agosto de 2013

Olvidaste ser tu.

Normalmente cuando vas a una tienda a comprar ves que los productos con más calidad (aunque Lidl diga lo contrario) son los más caros. Mi pregunta es, esto de que manera se puede aplicar a una persona? Muy sencillo, no se puede. ¿Porque? Fácil, porque como bien sabemos, todos somos diferentes y tenemos nuestra manera de ser, gustos, aficiones, etc. Por eso mismo las personas no tenemos ningún precio, sino que todo depende de aquellos que quieran tenerte a su lado. 
¿Precio? Precio se paga cuando quieres comprar algo. Cuando compras algo, lo que haces es utilizarlo, los objetos tienen una utilidad y para eso están echos. Las personas no tenemos ninguna utilidad, las personas no se utilizan ni se compran. Sabes que eres feliz cuando alguien sin tener una utilidad ni poseerla te da aquello que necesitas. 
"Si te gusta una flor, no la cortes porque al cortarla ésta muere y deja de ser lo que te gusta. Así que si te gusta una flor, deja que sea. Amor no es posesión, sino apreciación"
Tu no eres un objeto, no tienes una utilidad definida, no te pueden comprar, no pueden jugar contigo, eres una persona, vives. Valórate, si te quieren que sea por quién eres, por cómo eres, no por lo que puedes ofrecer, no para cubrir ninguna necesidad. Demuestra a esa persona que no sólo estás para lo que ella quiera, acabarás consiguiendo lo que realmente quieres, que es encontrar a quién te quiera por el "cómo" y no por el "para qué". Eres el objetivo, no la herramienta. 
"No cambies". Qué irónico, que la persona que te dice que es feliz a tu lado, pidiéndote que no cambies, es después la misma que te hace cambiar. "Son pequeñas cosas", piensas.
¿Sabes que acaba pasando, verdad? Te olvidas de ti. Olvidas tu felicidad, olvidas los motivos por los que te levantas todas las mañanas, olvidas tus sueños y tus proyectos. Entonces ya es tarde y no puedes volver atrás a no ser que cortes de raíz. Pasas de tener personalidad y ser tu mismo a convertirte en un esclavo emocional y sentimental de otra persona, uno más que ha dejado de vivir su vida para "vivir" la del de tu acompañante. Para ser el temido "Uno más". 
Si estás leyendo esto sólo te pediré una cosa, "no cambies". No dejes atrás tus ganas de vivir y comerte el mundo, no hagas que desaparezca de ti esa sonrisa constante y vivir cada instante como si fuese el último. No olvides tus experiencias y lo que te define.
Liberación! Es lo que siento! Porque ahora respiro, porque me he quitado un peso de encima, porque vivo, porque cuando sales de ese mundo, entonces llega el reencuentro, te encuentras allí sólo, con las cosas que habías olvidado y aquello que te llenaba. Te encuentras a ti mismo. Olvidaste que te gustaba escribir, Ivan.


Gracias por dedicarme tu tiempo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario